La policía brasilera parece haber visualizado, en la construcción del tramo 4 de la carretera Interoceánica, la punta de un iceberg de corrupción gigantesco. Aunque se les llame “propinas”, estamos hablando de sumas astronómicas de coimas detalladas en los documentos incautados en las oficinas de la empresa Camargo Correa, y cuyos involucrados son nada menos que altos funcionarios de los gobiernos de Alejandro Toledo y Alan García. Ojo, hablamos de pagos realizados a ministros en funciones de ambos regímenes.  

Pero mientras los sabuesos brasileños no terminan de sorprenderse al hurgar en la documentación incautada a esta empresa, que formó parte del consorcio ganador de la licitación encargado de la construcción del controvertido tramo, en nuestro país se nos siguen escapando las tortugas.

Sucede que Camargo Correa ha contratado con el Estado peruano desde el 2004 hasta el 2011, es decir los períodos gubernamentales de Toledo y García, la astronómica suma de S/. 1,153’775,165.69 de soles. No es una confusión de dígitos, para que lo entienda mejor, MÁS DE MIL MILLONES DE SOLES, según el portal del Seace.

Esta cifra supera largamente a las que se maneja en el tramo cuestionado, que es de 304 millones, pero como nos debemos a la presunción de inocencia, debemos pensar que la obtención de estos contratos se realizó de manera lícita y no se coimeó a nadie. Aunque teniendo en cuenta que dicha empresa se encuentra en el ojo de la tormenta precisamente por coimear, se hace necesario encender las alertas de inmediato.