“Por lo general, la empresa que va a ganar la licitación es la que compra todos los sobres de los postores y ha elaborado las bases de tal manera que impide ganar a postores que no sean de “El Club””, añade mostrándonos una serie de documentos que demuestran las extrañas coincidencias en las adjudicaciones de millonarios procesos. “Se dan incluso acuerdos entre ellos de tal manera que el ganador no necesariamente construye la obra y ésta es sub contratada interinamente. Otra coincidencia bastante recurrente es que casi siempre ganan por encima del 100% del presupuesto base o Valor Referencial”, nos dice este funcionario que afirma haber visto de cerca al famoso ‘Club’. Sencillamente, hay que seguir la ruta del dinero en las contrataciones del rubro construcción y nos encontramos con ‘El Club’.   

Efectivamente, según el cuadro adjunto, en la cerca de veintena de procesos en los cuales se adjudicó obras de construcción en todo el Perú, Provias Nacional otorgó la buena pro a empresas por un monto superior al Valor Referencial convocado, siendo el 108% una constante en las adjudicaciones. Provías es un proyecto especial del Ministerio de Transportes (MTC) que maneja un presupuesto de 6 mil millones de soles anuales y que cuenta con autonomía técnica, administrativa y financiera para la ejecución de proyectos de construcción, mejoramiento, rehabilitación y mantenimiento de la Red Vial Nacional.

Fuimos en búsqueda de su director, el señor Raúl Torres Trujillo y su respuesta nos sorprende: “Yo vine a trabajar desde el 2001, y cuando llegué ya había gente que hablaba de “El Club”, hace 14 años, y en todo este tiempo nunca he visto ninguna prueba de su existencia real”, para luego añadir “Pero además, de existir se trataría de temas privados”, acepta el funcionario.

Con respecto a que las obras se adjudican con un costo mayor al precio base, Torres Trujillo precisa que este fenómeno se debe a que la ley nacional permite que los postores vayan 10% para arriba y 10% para abajo del Valor Referencial (VR), pero lo que genera alguna suspicacia es lo agrega a continuación: “Entonces los que van a construir, como saben que va a pasar eso (costos adicionales durante la ejecución de las obras) y como la ley les permite, lo que hacen es subir sus propuestas”, afirma.  

Sin embargo, lo que no entendemos es cómo se pueden anticipar y cobrar demás antes de ejecutar la obra, puesto que las propuestas son presentadas previas a la ejecución contractual. “Nosotros no la subimos. Nosotros elegimos al que hace la propuesta más baja. Nosotros preferiríamos que la ley diga del VR y 10% para abajo, y todo lo que sea para arriba sean adicionales que se hagan durante la ejecución, que no se definan en la licitación. Pero eso es lo que dice la ley, nosotros somos unidad ejecutora y tenemos que cumplirla”, sostiene.

Cuando le preguntamos a boca de jarro por la existencia de ‘El Club’ de contratistas alrededor de las obras de Provías, Raúl Torres nos dice que sí había oído de él, pero no puede dar fe de su existencia, “Yo vine a trabajar desde el 2001, y cuando llegué ya había gente que hablaba de “El Club”, hace 14 años. Y en todo este tiempo nunca he visto ninguna prueba de su existencia real. Pero además, de existir se trataría de temas privados, es muy difícil de conseguir la información”, afirma. Sin embargo, nosotros no hemos demorado mucho en conseguir tal información.

A entrando en detalle acerca de “El Club”, el director de Provías señala una posible forma de combatirlo “La única manera de luchar contra la ‘colusión del mercado’ (El Club), que es el término que se estudia en economía, es tener los procesos más competitivos posible y para ello necesitamos que la mayor cantidad de empresas postulen. Por eso las leyes nacionales no hacen ningún privilegio con ninguna clase de empresas. A nosotros nos encantaría que aparezcan más empresas norteamericanas, chilenas, de todos lados”, afirma.

Lo extraño de todo esto es que hablamos de un grupo de empresas que prácticamente hacen de las suyas en las contrataciones más importantes del país y cuyos métodos son altamente cuestionados, teniendo en cuenta que para llegar a convencer a funcionarios públicos, normalmente, se hace con dinero bajo la mesa de por medio. “Sí me preocupa (la corrupción de funcionarios de Provías) pero yo no creo que esa sea la situación. Nosotros renovamos al personal, estamos permanentemente vigilados, revisamos al azar después los expedientes de contratación y hasta ahora no encontramos nada grave”, reitera Torres tratando de poner paños fríos y de minimizar la existencia del llamado "Club", cuando de él se habla en todos los niveles del Estado peruano relaciones con licitaciones públicas.