- Una visita misteriosa
La primera visita familiar que recibió Nadine Heredia en el penal Santa Mónica, fue la de su madre Antonia Alarcón, acompañada de una misteriosa mujer que llevaba gafas oscuras y chompa azul. Ningún reportero pudo advertir de quién se trataba, ni tampoco los medios de prensa la identificaron, los ojos estaban puestos en la madre de la ex primera dama y en lo que podía decir sobre la situación de su hija.
Nadie reparó entonces que aquella mujer, que ocultaba su rostro detrás de unas gafas oscuras, era nada menos que Tania Quispe Mansilla, prima de Heredia Alarcón y ex jefa de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria y Aduanas (SUNAT). Y es que de Tania Quispe no se sabía nada luego que dejara la Sunat para ser designada como representante del Perú ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en agosto del 2015.
- La poderosa
“Quispe Mansilla no fue un personaje secundario en el gobierno nacionalista, por el contrario era parte del cogollo que tomaba las decisiones más importantes que tenían que ver con el manejo económico”, nos dice una fuente cercana del gobierno anterior. Nos relata que ella gozaba de la entera confianza de su prima Nadine y se sentaba a su lado cuando se trataba de designar a los más importantes funcionarios del sector economía y afines, como a los jefes de las entidades reguladoras. “Después de (Luis Miguel) Castilla (ex ministro de Economía en la era Humala) era la más poderosa y hasta tenía capacidad de veto”, señala nuestra fuente.
Es así que, confirmados los resultados electorales que dieron ganador a Ollanta Humala, Tania Quispe fue encargada de presidir la comisión de transferencia de la Sunat. Luego, apenas instalada la pareja presidencial en el gobierno, era designada como cabeza de esta institución recaudadora, y de inmediato se hizo rodear de una serie de funcionarios conocidos como “La Cofradía” dentro de la institución, y que manejaron los hilos de la misma a placer.
Su gestión ha sido severamente cuestionada, al punto de pesar sobre ella y su entorno severas denuncias por presuntos actos de corrupción. Uno de ellos, tal vez el más emblemático, es el caso Indesta, donde se organizaron una serie de cursos que nunca se dictaron pero sí se pagaron, pasando por encima de las reglas institucionales. Este se encuentra en poder judicial debido a la acusación realizada por la fiscalía anticorrupción del Callao, que encontró responsabilidades en Tania Quispe (Colusión y defraudación patrimonial al Estado) y diversos funcionarios de su confianza, como Luis Polo Galvez, entre otros.
No ha sido el único caso donde se encontraron graves indicios de irregularidades y presuntos delitos. Incluso el Congreso se dispone a iniciar una investigación por la contratación del abogado Francisco Eguiguren (sindicado como “ojitos” de las agendas de Nadine) que, sin tener la especialidad de tributarista, fue encargado de ejercer la defensa de la Sunat en diversos casos por honorarios que llegaban a los S/ 10 millones.
También se encuentra el caso de los alquileres de diversos edificios, como el del Hotel Crillón, cuyas bases fueron forzadamente acomodadas para que pueda ser alquilado a pesar de no cumplir con los requerimientos del área usuaria.
Tania Quispe también hizo caso omiso a una observación directa del ex contralor Fuad Khoury, por un proceso de construcción de un local de la Sunat en la av. Arenales. Khoury le había advertido que un consorcio estaba compuesto por empresas constructoras que tenían procesos judiciales pendientes con el Estado Peruano. Una de estas empresas, incluso, era la principal socia de Odebrecht y había estado involucrada en los actos de corrupción que se encontraron en la región Áncash, del hoy ex presidente regional César Álvarez. Quispe Mansilla simplemente ignoró la observación del contralor y contrató a este mismo consorcio, evitando incluso a la ley de contrataciones y haciéndolo a través de un convenio con la OEI, que también tenía antecedentes de haber participado en los mismos actos de corrupción que se descubrieron en Áncash.
Así era Tania Quispe cuando también se encontraba borrachita de poder. Al interior de la Sunat hizo todo un desbarajuste, llenando la planilla con excesivo personal poco calificado, inventó cargos para funcionarios contratados a dedo, jugó con las metas anuales para engrosar las arcas con los bonos por recaudación, infló cifras para llegar a metas ficticias que dibujaban una irrealidad en la institución, entre otras perlas. Todo ello con el beneplácito y aval de la jefa, su prima, Nadine Heredia.
- Dos gotas de agua
“Nadine y yo somos primas lejanas (…) Pero sí somos muy cercanas porque mis padres y los suyos han sido muy amigos y además vivíamos cerca y siempre nos frecuentábamos”, dijo Tania Quispe en noviembre del 2013, en una extensa entrevista para el suplemento Ellos y Ellas, de la revista Caretas. Quispe narró en dicha entrevista una tragedia familiar que la acercó a sus tías y primas a quienes tiene “un cariño profundo”.
Tal nivel de confianza se plasmaría luego en el plano profesional y desembocaría en la designación de Quispe en un puesto clave para todo el funcionamiento del aparato estatal, como es la Sunat. Además, Sunat también ejerce administración del control aduanero, y como ya se ha visto en las acusaciones que pesan sobre la ex primera dama, era de vital importancia que este control aduanero se encuentre a cargo de personal de su entera confianza. Nadie mejor que Tania Quispe para ello.
- La puerta giratoria
Luego de cuatro años de encontrarse a cargo de la sunat, sorpresivamente Tania Quispe presentó su renuncia en agosto del 2015. De inmediato fue designada como representante del Perú ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Sin embargo, ahora se encuentra en nuestro país y sus actividades siguen siendo controvertidas.
El último número de la revista Hildebrand en sus Trece, da cuenta de que la prima de Nadine Heredia ha montado una empresa de consultoría tributaria (TQ Asesores S.A.C.). Esto, por supuesto, no es ilegal, pero evidencia una puerta giratoria que colisiona con lo ético, ya que su paso por la Sunat le dio acceso a información privilegiada que ahora bien podría utilizar en favor de sus clientes privados y, por consiguiente, en perjuicio de los intereses del Estado Peruano.
Sin duda, Tania Quispe es todo un personaje importante, poderoso y misterioso en el cogollo de los Humala – Heredia. La justicia tiene material para seguir armando el rompecabezas. La gestión de Quispe dejó muchas huellas, es momento de mirar a la Sunat como la institución en la cual se respaldó Nadine para viabilizar sus acciones. Las pruebas saltan a la vista. Las gafas negras no podrán ocultar por mucho tiempo que podamos ver el verdadero rostro de quien manejó los hilos del poder desde una posición ensombrecida, agazapada.
Publicado: 2017-07-21
Nadie pudo advertir su sorpresiva presencia, pero esta mujer manejó los hilos del poder y también tiene mucho que explicar a la justicia peruana. En este artículo, todo sobre la primera visita que recibió Nadine Heredia en el penal Santa Mónica y que deja muchas interrogantes para las autoridades que ya les pisan los talones.
Escrito por
Ramón Espejo
Periodista de investigación
Publicado en
El espejo de mi vida
Un espacio privado, plagiado de mis trabajos en medios pero, finalmente, mío.