Una serie de peritajes sirvieron para que la Corte Suprema enmendara la plana al Poder Judicial y ordenara un nuevo juicio en el caso del espectacular asalto en la Notaría Paino. El acusado como autor intelectual fue Pascual Cusilayme, sentenciado a 15 años de prisión efectiva por el crimen de Félix Gonzales Victorio, quien murió a causa de un balazo cuando ambos realizaban una transacción comercial hasta que irrumpieron tres asaltantes para arrebatarles el dinero.

La hipótesis policial, la acusación fiscal y la sentencia judicial señalan que Cusilayme había actuado en contubernio con los delincuentes. Sin embargo, la Corte Suprema encontró serias inconsistencias y hasta adulteración de pruebas que llevaron a esta conclusión.

Una de ellas es que, minutos antes del asalto, Pascual Cusilayme había llamado desde su celular a los delincuentes, y lo prueban con el registro de llamadas. En dicho registro figura "Los Perros" y "Shell" como receptores, pero un peritaje forense señala que ahí no aparecen los nombres de los destinatarios, solo los números de teléfonos y que "Los Perros" y "Shell", son los nombres que las empresas de telefonía le asignan a las antenas por donde se transmite la señal. ("Los Perros" en Ventanilla y "Shell" en Miraflores)

Incluso dichas llamadas, según el propio registro, no las realiza Cusilayme  sino que las recibe, es decir, es el destinatario. Lo asombroso, además, es que dicho número que la Fiscalía atribuyó a "Los Perros" y que los jueces valoraron como pruebas, pertenece al abogado de Cusilayme, quien realizó la llamada a su patrocinado. Además de eso, el registro presenta evidencias de haber sido adulterado, según conclusión de los peritos.

El proyecto "Inocente Perú", una ONG cuyos fines es encaminar procesos judiciales controvertidos, tomó el caso en la instancia final. Los detalles se resumen en un extenso documental (ver video), y ahora el Poder Judicial deberá empezar nuevamente el juicio contra Pascual Cusilayme, quien lleva 5 años intentando demotrar su inocencia.